Cogito ergo sum
Pienso, pienso, sigo pensando, escarbando en los pensamientos y recuerdos que no quiero recordar. Las sábanas me abrazan, el agua intenta limpiar mi alma pero no puede, ¿Cómo va a limpiar veintidós años de dolor, lágrimas, heridas y miedos? El reflejo de mí espejo me miente, aunque yo se profundamente lo rota que estoy internamente. No hay palabras, no hay miradas, no hay estados de salud mental que me hagan parar y poder disfrutar del aquí y ahora. Cuiden sus corazones de un mundo frivolo, sádico y lleno de individuos rotos que solo saben deborar tu inocencia.