Desmoronamiento
No encuentro las palabras correctas para expresarlo,
mí alma se escapa del dolor,
mi alma llora,
grita,
está enfurecida,
consumiéndome.
¿Cómo puedo comunicarle de manera sincera que no soy responsable de su corrupción?
O tal vez sí lo soy, lo admito,
siendo cruel conmigo misma y saboteando mi propia felicidad porque me acostumbré al sabor amargo del sufrimiento.
Quizás algún día mi alma empacará sus cosas y se marchará de mí,
ese día sentiré la muerte interna en mis labios,
pero no le temo,
porque hace mucho tiempo que me siento muerta en un cuerpo que siente,
evoluciona,
crece.
Las noches de insomnio llenas de angustia y demonios mentales que asfixian mi conciencia me arrojan a un pozo frío.
Nada puede abrazarme, darme calor porque no me siento digna de recibir amor,
comprensión,
ayuda.
Solo encuentro odio,
desprecio,
rabia, tristeza,
y un miedo que me atrapa y no me deja hablar.
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