Acechando
La tristeza acecha en mí ventana,
los días pasan y mí mente quedó detenida en recuerdos.
Me levanto, miro a mí alrededor y noto en mí pecho un vacío que duele.
No sé cuánto tiempo planeara habitar en mi, por el momento dejo que se exprese y lo acarició para consolarlo un poco.
Arropó mí ansiedad para ver si me deja descansar un rato.
Me miró al espejo y me digo cosas dulces hasta inducir el llanto.
Abro mí puerta y escucho un canto.
Me siento en el pasto y escribo un rato.
Quizás en algún momento las ausencias dejaran de doler y floreceran las herramientas necesarias para poder seguir avanzando.
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