Semilla interna que cae, pecho abierto, expuesto en máxima vulnerabilidad. Raíces yasen de mí cuerpo muerto y dan vida al abismo que me habita. Canal que fluye, canal que no se cierra ni corrompe. Soy marea violenta que avasalla toda tu oscuridad interna, soy río que transita emociones turbulentas sin pedir salvación. Soy el silencio que te arranca la piel y te carcome vivo. Soy alquimica, prendo fuego almas que toco sin pedir permiso. Soy oráculo,soy danza, soy marea que no se contiene
Duele la existencia, Duele cada inhalación, Duele el tiempo. Cada parte de mi está rota, cada ladito se torna tortuoso. Tu ausencia inunda mi alma de una soledad tan cruda. Quisiera que mí mente deje de matarme constantemente. Tengo razones para quedarme, pero internamente estoy tan aniquilada y sin fuerzas, todos los días son un paso más cerca al abismo devastador. Quisiera que mi corazón entienda que es merecedor de un espacio en este plano. La tristeza es la peste bautismal que me condenó a hundirme en su dulce ardor.
Quema el recuerdo, la nostalgia, las palabras no dichas. Quema el eco de lo que ya no es. Por la noche todo se vuelve más íntimo, más ahogador y latente. Parte de mi se fue, se alejo,mutó. No tuve remordimiento en soltar y dejar atrás tanta vulnerabilidad, inmensidad y dolor. La mente no calla, juzga este sentimiento en vez de permitir sentirlo. Lejana quiero estar de este plano, de este caos que no me permite respirar. Ya no encuentro el camino, solo sigo sin certeza alguna.
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